... Y nunca deja de haber.... veces en la vida....

En las que ves la tormenta llegar.

Sientes el bochorno húmedo, sientes ese viento racheado que no presagia nada bueno... y ves unas nubes negras... directamente encima de tu cabeza.

Sí, hay veces en la vida en la que eres malditamente consciente, de que te va a tocar estar en medio de la lluvia y todos los rayos van a caer condenadamente cerca de tí.

Y lo sabes tan cierto como lo estás sintiendo y como lo estás viendo venir.

Y te vas a ver atrapada dentro, con el agua al cuello.

Y sólo te queda rezar para que la tormenta no pase a huracán.

Porque los huracanes arrasan con todo.

Casi siempre capeamos el temporal, después, llega la calma y todo pasa y la rutina continúa.

Pero al final... es como el agonizante que sabe que cada minuto es regalo fuera de contrato, que no hay nada que pueda hacer para que su tiempo no sea tan finito. Al final, has de irte.

Y en este caso, al final, la tormenta ha de ser descargada. Porque la atmósfera ha de limpiarse.

Y hemos de ser conscientes de ello, y debemos de estar preparados para afrontarlo. Ya lo hemos intentado todo... y no ha sido posible.

La llegada tormentosa llegará... queramos o no...

Y siempre hay catalizadores vitales que nos ofrecen ese "deseado empujón" hacia el precipicio.

Son como los rápidos en los rios que inexorablemente te arrastran hacia el violento caudal y las ariscas rocas y contra los que poco o nada puedes hacer.

Sólo comprar un buen remo y bote salvavidas y chaleco y casco... y todo lo que puedas y se te ocurra.

Y no tiene sentido luchar... es mejor dejarse arrastrar como el flexible junco que dejarse quebrar como el orgulloso y tieso roble.

Cuando la fuerza te supera... sólo te queda el... "be water my friend".

Y si ese huracán, y ese rápido rio te arrasan hasta el punto de que la vida nunca volverá a ser igual... sonrie.... es que quizás la vida te esté dando una nueva oportunidad para ser feliz... ¿quien lo sabe?.

No te dejes vencer, no luches, respira...

Que el rio siempre desemboca en una hermosa playa.

Y la tormenta siempre deja un amanecer de increíble belleza.

¿qué otra cosa mejor que creer en ello para seguir adelante?